martes, 19 de septiembre de 2006

Odisea Cósmica

Marvel siempre ha tenido una baza en la que ha ganado a DC: su fertil vertiente cósmica. Y de todos esos personajes que pululaban por sus estrellas, El capitan Marh-Vell (nunca seré capaz de pronunciar correctamente su nombre) ha sido siempre uno de mis favoritos. Aparte de un diseño de uniforme que me parece increible, fue protagonistas de dos historias que me dejarón muy impactados: el Avengers annual #7 (1977), álbum que incluía la muerte de Adam Warlock (otro personaje que me fascina, sobre todo la primera etapa de Starlin) y La muerte del Capitan Marvel. Nunca me podía yo esperar una historia tan meláncolica y triste. Como el propio capitan decía: "yo soy un guerrero. He aprendido a luchar. ¿Como puedo vencer a algo que no puedo golpear?" Ese albúm es increible. Y lo atesoro en mi biblioteca con gran cariño.

Pero los tiempos cambian y ahora nos encontramos que el que luce el legado (jo que DC suena eso) del capitan es su hijo Genis-Vell. Aparte de su participación en Avengers Forever y una fugaz vistazo a un especial dónde se enfrentaba a Nitro para vengar la muerte de su padre (un comic de la época, un heroe con mucha mala leche y muchos dientes apretados) el recuerdo de su padre no me atrajo demasiado (y repasado su epopeya a través de su serie gracias a internet, me resulta una historia demasiado enrrebesada) Pero como Mark Waid dijo "No hay personaje malo, sino guionista que no sabe aprovecharle". Y en ello esta Nerocles, utilizando los amplios recursos del Universo Cósmico Marvel para ofrecernos nuevas y más grandiosas aventuras de éste héroe. Durante tres números (al menos hasta el momento) he tenido la oportunidad de ilustrar tres de sus relatos, a los que he intentado dar un cierto aspecto a lo Kirby, al que considero uno de los artistas más cósmicos que existen.

Una curiosidad de éstas portadas: en las tres sólo he tenido la oportunidad de dibujar al joven Capitán en una ocasión. Y casi fué de resfilón. Si es que el chico nos ha salido tímido...





Atomicos saludos.




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